Participó en más de 60 películas , siendo un referente del cine clásico de aventuras entre los años 40 y 50. Consiguió la fama mundial tras protagonizar la película de “Las Minas del Rey Salomón” en 1950 producida por la Metro-Goldwyen- Mayer, un costoso proyecto rodado en parajes africanos. Lugar de inspiración para su futuro refugio en la Costa del Sol.
Oculta en mitad de la sierra de Bermeja, esconde grandes tesoros decorativos y arquitectónicos que el actor fue cosechando durante sus viajes por el mundo. Cada uno de sus detalles, columnas romanas, barras de hierro forjado decoradas con rosetones y sus iniciales en ellos, vigas de pino rojo reforzadas con bambú, la imponente chimenea traída desde México o la mesa de mármol veneciano rodeada de mosaicos sevillanos en la cocina muestran la emoción y la proeza puesta en el proyecto. El cortijo resulta una amalgama de influencias andaluzas, árabes y mexicanas. Sus más de 1000m2 construidos se orquestan en torno a un patio central con palmeras y vegetación exuberante. El cuerpo central dispone de tres habitaciones dobles en suite y un apartamento con dos habitaciones en planta alta. Además de un bellísimo salón y un comedor y una cocina como mínimo curiosa. 2 habitaciones dobles todas con baño privado. Un pabellón apartado con una gran piscina de 16 Mts. orientada a mediodía-poniente, garantiza el sol durante todo el día. El acceso al cortijo es a través de un impresionante portón desde donde continúa un camino de palmeras que nos conduce a la entrada de la casa principal, y ya en el cortijo nos recibe un espectacular patio andaluz con un enigmático campanario. Sin duda, un tesoro escondido situado a solo 5 minutos del mar.
Finalizó en la venta de la joya de su corona, este cortijo andaluz que tanta alegría le había dado a su corazón británico y que fue testigo de sus tumultuosos amores. El Cortijo San Francisco finalmente pasó a otras manos y Granger se mudaría de nuevo a California, donde pasó sus últimos años entre intervenciones en series televisivas y la redacción de su autobiografía.
Durante los años 2017 y 2018 se realizó una rehabilitación integral de la casa principal, las habitaciones de invitados y la cocina. Cada elemento arquitectónico se trató con el cuidado que el cortijo merece. El objetivo era mantener, y conservar todos los mágicos rincones creados para el disfrute y la contemplación de la belleza. Queríamos devolver la grandiosidad que años atrás conquistó a todos sus huéspedes.
El Cortijo San Francisco, actualmente gestionado por Laura Pou, recobra su esplendor natural, se llena de vida y nos ofrece multitud de rincones con pequeños misterios por descubrir. Sin duda un espacio donde hacer realidad los sueños.